viernes, septiembre 28, 2007

Por los viejos y nuevos buenos tiempos




Esta semana tuve la fortuna de reencontarme con mucho de mis amigos de mi paso por Viña. Con mucho pudor, los siguientes versos salieron de una por puro pensar en toda la buena onda que nos tocó compartir. Y también se le dedico a quienes hoy son parte de nuestro entorno. En fin, a los amigos de ayer, hoy y siempre.

Si volviera a caminar por Reñaca, Viña o el Puerto
calle abajo o cruzando en diagonal hacia el horizonte.
Si pudiera sumergirme en la bruma
de un amanecer tóxico y delirante.
Si quisiera estar otra vez en medio
de esa interminable y cautivante costanera,
siguiendo el vuelo extraviado de una gaviota
o tal vez una melodía conocida
que se cuela por la ventana entreabierta
de cualquiera delas casas o edificios que te abrazan.
Si deseara.
Si riera.
Si persiguiera un sueño adolescente.
Si me sentara a esperar a que
apareciera la Carola y mis hijos
o todos mis alumnos que me reclaman
por otra nueva lección.
O razón.
Seguro que,
enseguida, claro,
volvería a tocar en la puerta de mis amigos.

Buscaría en las imágenes,
más que los meros recuerdos.
Iría con fuerza hasta la esencia
y estaría tardes enteras de furia
y llenaría páginas de muchos libros.
Con los pulmones hinchdos de sol.
Con la simplicidad de la felicidad.
Cuesta arriba.
Seguro que rescataría del tiempo,
del macabro olvido,
y alzaría una gran copa de metal viejo,
con un buen vino sangre y cuerpo,
y en nombre de mi propia vida,
de mi propia sed,
de mi invaluable familia,
gritaría a los cuatro vientos,
impávido,
imperturbable,
un salud tan sentido,
que en seguida,
claro,
todos quienes saben,
acudirían a los mismos lugares comunes de siempre.
Para reencontrarnos.
Y querernos.
Como sé que nunca dejamos de hacerlo.









lunes, septiembre 17, 2007

Lo mejor del 18.

Qué me perdonen todos , pero lo mejor del 18 es lo mismo de siempre.

Qué me perdonen los "Padres de la Patria", pero no es releer y contar los episodios que sucedieron en ese cercano 1810.

Qué me perdone el Jefe pero no es su espléndida fiesta de "los ex alumnos", que por cierto espero no perdérmela el próximo vez, y también convencerlo de que la haga dos veces al año.

Qué me perdone Pauliño Urrutia -flamante Ministro de Cultura de Graneros-, pero tampoco fue el haberlo conocido en el auditorio en medio de la vorágine del Acto de Gala de los 25 años... "y los huilliches cósmicos".

Qué me perdone la gula y el carrete, pero no es probar mil cosas ricas (las empanadas de mi Má, las parrill'ás de Los TresCaminos, el Club Social o de Los Bancarios, los manjares que la Carola trae del Super... ahora se las mandó con un frasquito de anchoas...), ni tampoco hueviar en cuánto evento se produzca por estos días (Ahora entendiendo lo estresante que es ser parte de la "socialitè" de cualquier parte del mundo).

Qué me perdone el Jorge, que ni sé todavía si nos vamos a juntar en algún momento de este interminable 18, y que tal vez podría eso cambiar la certeza que quiero comunicar en este posteo...








...Pero lo mejor del "18" es estar en familia y compartir en buena la vida que nos tocó rodar juntos!!