viernes, mayo 26, 2006

San Viernes

Sentí un deseo incontrolable de embarcarme en la noche. Sin destino. Como cuando salía los viernes temprano de la biblioteca de Historia. Quería darme una vuelta. Por eso, tomé el último sorbo de cerveza, me abrigué un poco, ví que el Pascal estuviera tapado y que la Carola y la Flo durmieran bien. Apagué la música y el computador, abrí y cerré la puerta, y me fui. Caminé unos cuantos pasos por la calle Membrillar y llegué al "Gato Feliz", el bar más parecido a cualquiera que conocí en Valparaíso en esos días en que transité por la locura. Le pedí al vecino (al loco que atiende) otra cerveza y me senté a mirar la vida por la mampara que da a la "PK2s"... la noche me gusta y mi vida entera me gusta...

jueves, mayo 25, 2006

Los chicos están agitados


El ambiente está enraizado acá en Machalí. Como en todo el país hace ya varios días, los alumnos del liceo están inquietos. Quieren protestar. Quieren hacer escuchar su voz. Dicen que la educación pública es un asco. Quieren pase escolar gratuito, quieren que la PSU sea gratuita, quieren barrer con la Jornada Escolar Completa... Quieren cambios drásticos al sistema que se ha querido implantar en los últimos días. En Santiago, varios colegios están en "paro" y en "toma". En todos lados se suceden las marchas y las protestas. Todos están descontentos. Las desigualdades respecto a las escuelas privadas son alarmantes. "Indigna"!, me recalcó uno de mis mis mejores alumnos hace un rato cuando me explicaba que acá también se iría a paro.
Yo?? Yo no sé hasta dónde podrán llegar con sus reivindicaciones. Pero me gusta verlos tan activos. Me gusta que las autoridades se den cuenta que los chicos -a quienes se les enrostra su "apatía política"- tienen una fuerza avasalladora que se puede convertir en incontrolable. Podrán estar "más ignorantes" que antes, como dijo una colega, producto de los cambios curriculares promovidos por la Reforma deasrrollada en estos 16 años de gobiernos de la Concertación, pero cuando se organizan, pueden hacer tambalear hasta los cimientos del edificio más grande del mundo.
Fuerza chicos. Su lucha también es la mía. Porque yo, que soy producto de la educación pública (y de la época de la Dictadura), estoy clarito que la situación no da para más. Que inyectar recursos no significa mucho si las condiciones para competir con los privilegiados de nuestra sociedad no son las apropiadas. Chicos, pueden tomar el sartén por el mango, y a los burócratas del Ministerio los pueden mandar a la cresta con sus doctrinas innovadoras y filosofías baratas.
Fuerza!! (o "aguante"!!, como dicen los amigos argentinos)

martes, mayo 02, 2006

Esto no es nostalgia.

Como es habitual, tuve que volver a revisar unas cajas llenas de textos, fotocopias y cuadernos añejos; estaba buscando un par de apuntes que nuevamente me sirven para unas clases de no sé que!
La cosa es que volví a leer los poemas rimados de mi adolescencia (casi me avergüenzo), también los relatos locos de mis tiempos de la universidad, los versos conque nos enamoramos con la Carola en el lejano invierno del '96, y la agenda (bitácora) que le hice a mi hijo Pascal en el apocalíptico año de 1999.
Se me fue una tarde entera mirando esas hojas amarillentas. A veces me imaginaba que era como un explorador afortunado, porque estaba urgando en un gran libro antiguo, uno perdido hace un montón de siglos en medio de las más sangrientas batallas libradas en plena Edad Media...
Me volé!! En realidad, estuve todo un día repasando mis humildes creaciones. De ellas, un poema que le hice al Pasca en abril del 2002 y que también está en su Bitácora:
POEMA PARA CUANDO AMENAZA EL INVIERNO
El sol, hijo, está detrás de estas calles grises
y sin vida que atravesamos sin ninguna prisa,
está detrás de esta fila interminable de gente
que bulliciosa viene y va a ningun lugar y tiempo,
está más allá de los cerros del poniente y de las
nubes oscuras que entristecen aún más estas
tardes de trámites aprendidos por inercia.
Hijo, el sol está más allá de donde se forman
las gotas que empiezan a caer en nuestras caras heladas;
el sol que jugamos en verano está!,
no se ha ido,
sólo descansa en otras playas lejanas,
está corriendo con otros niños.
El sol, Pascal, va a volver a revitalizarnos,
va a volver a inyectarnos toda su energía
y nos volverá a juntar en el parque o en el mar.
Con él vamos a crecer.
Y nos vamos a hacer más fuertes y valientes.