martes, marzo 27, 2007

Yo me quedo aquí...

... Yo no quiero ir a Madrid.
Prefiero morirme acá en Rancagua, porque me asusta París.
Es muy moderno.
Hay tantos rascacielos en Berlín. Tanta gente.
No, yo me quedo. Porque tengo un par de hijos que
quiero ver crecer.
Yo quiero pasear por las estrechas calles de mi humilde ciudad.
Las calles de Dublín me marean. Con su música estridente. Me paralizan.
Las personas no me conoce. No me saludan, en Madrid. Y eso que hablan como yo. Y no entienden mi angustia.
No. Yo me quedo en mi ciudad. Que otros se aventuren por mí. En Ginebra o en Roma, o en la desarrollada Berlín con sus fantasmas de la Guerra Fría.
Mejor respiro los aires de los valles centrales de Chile. No será que me encuentre con los mismos saqueos que casi destruyen París, la moderna, la que forma ghetos con los inmigrantes africanos. No, que me pueden confundir con un marroquí.
No, que me pueden decir que soy un maldito sudaca.
No, porque en Londres supe que murió un amigo por buscar al viejo Barret que le debía una canción. (O le debía una explicación?, la verdad, no recuerdo bien).
En fin. Mejor me quedo acá.
Tengo un hogar al cual llegar.
Mi mujer me espera.
Mis alumnos saben que en la mañana llegaré con una nueva lección.
Eh!, mejor que otros se vayan a Madrid o hasta donde quieran ir.

6 comentarios:

nadie a la vista dijo...

Asi que no quieres viajar? entonces por qué hacerlo público? acaso tal vez porque quieres encontrar apoyo, dar sentido a tu decisión o quizás argumentos para emprender el vuelo?
por mi parte viajar es, lejos, de las cosas más enriquecedoras que hay porque no sólo crezco en el conocer lugares, personas, gentes como diría un amigo, sino también conozco aires, nubes, estrellas, vientos, universos mentales que contribuyen a ampliar el mío. Dale una vuelta...tal vez viajes y llegues más feliz.
...te vi en mi blog, pero no caché tu comentario...por qué cuático?
ah...también sospecho que nos conocemos...o no?

Blog de alma dijo...

El sosiego regala de por sí calidad de vida y eso no tiene precio

Fanaticamente dijo...

Ta contento con su lugar de origen. Eso es bueno, lo hace mas feliz a uno. (aunque no es malo tampoco, conocer otros paisajes y a otras gentes de vez en cuando, pero en su caso, seria por el rato).

Y respecto a lo otro "qué come que adivina?"

m. dijo...

sí, a mi me gusta mi lugar. aunque igual me gustaría recorrer otros... pero por el rato, como dice la panchita.
ir y venir, pero siempre estar segura que tengo acá el corazón latiendo.
igual debe ser diferente cuando uno tiene su familia propia propia, ya echaste raices y tu familia es un arbolito frondoso que encontró su lugar acá, o bueno.. allá, en Rancagua :)
abrazos varios!
escribis tan bacán :D

nadie a la vista dijo...

acabo de ver tus huellas en mi blog... pienso lo mismo que tu, definitivamente no hay...o no deberían haber monopolios de valores... el hombre es uno solo y, si quiere, puede ser sólo excelencia

ahora que vi tus datos...te caché, pero claro que nos conocemos y sospecho que ni te imaginas quien soy...jaja... que mundo más chico
es como si el mundo virtual, el mundo de la no-realidad, me trajera de vuelta trozos del pasado, un pasado llena de nostalgia, de saudage como dirían los brasileños...

Anónimo dijo...

creo que los chilenos de hoy en día (la mayoría) estamos tan ambiciosos en viajar a países como EEUU o a Europa, etc, que descuidamos de la mismísima belleza que Chile nos trae.

Puedes viajar, quizás no a otro continente, pero puedes recorrer el bello país que tenemos junto a tu familia - y divertirte de igual manera.

Viajar a otros lugares ayuda a las personas a adquirir más cultura, a que sus mentes se amplíen y vean un mundo más completo... a admirar lo que uno tiene, y darse cuenta de los defectos y virtudes de muchas cosas.
Es una etapa de crecimiento personal que todos deberíamos vivir.