Sin caer en la deseperación, todavía no estoy completamente "en vacaciones". Incluso, todavía no tengo certeza si tendré "horario completo" para el próximo año.
No estoy del todo en vacaciones, pero igual tengo caleta de tiempo para descansar y hacer todas las cosas que me gusta hacer cuando no tengo las preocupaciones de la pega: ver tele (harta tele echado en la cama), leer hueás, escuchar temones, meterme en youtube, jugar a la pelota, dormir y escribir.
Paré un tiempo de escribir, ciertamente. Hay muchas razones. Una, poderosa, es que dos personas muy cercanas me "criticaron" la temática de mis post; según ellos "pegao en el pasado de mis años en Viña".
Tal vez sea cierto. Aunque a mí me queda la sensación de que es eso y otras muchas cosas más. Como mi "adicción a recordar buenos momentos". Es como reivindicar mi propio oficio. Creo que uno de los fundamentos más esenciales a la hora de legir ser "profe de historia" fue que, en aquellos años furiosos ('87-'88 y '89... pensé harto...), yo disfrutaba mucho ver como mis amigos se reían con los relatos de nuestras anécdotas de tiempo anterior (nuestros poco tiempo anterior). Es como una realización personal hacer sentir miles de emociones a la vez a un auditor o lector con las palabras que emergen de la memoria ("Santa Madre").
Hueás mías, po!
Ah!!, por cierto, para ser evocado en el inicio de veranos futuros: hoy murió Julito Martínez (y no de paperas) y mi humilde homenaje -de cabeza de pelota- es recordar sus comentarios de día domingo, al final del Teletrece, cuando él mismo rendía tributo a glorias del deporte chileno que sólo JM conocía. Cuando todavía estaba en el departamento de La Sur, tal vez con mi padre aún a mi lado.
Una foto de las vaciones pasadas, cuando cumplí los 35, junto a mis amigos de ahora. Como para seguir evocando al viejo y nunca bien ponderado "pasado". En estos eventos si que quedamos "hablando hueás"... como la canción. El de la polera piola soy yo.